alegrarse por lo ínfimo, por lo diminuto, por lo que no ven los no
románticos; tiene el don de reconocer y admirar con aparente desmesura lo etéreo, lo sublime, lo hermoso y lo frágil. Y puede experimentar el éxtasis tan sólo llevando el pensamiento a la belleza.
Siempre idealista más que práctico y militante detractor de la injusticia.
Sí, el romántico es el apasionado por excelencia, el que jura poder matar y morir de amor, siendo a la par también escéptico y cauto.
Nunca envidioso y a veces, para su desgracia y por su peculiaridad,
envidiado"
E. L.
"Come What may" Moulin Rouge