El iluso es culpable de esperar más de lo demás
de lo que al final le pueden dar.
Es iluso el que ama por nada.
El que confía por nada.
El que no entiende la mentira.
Es iluso el que se ilusiona por nada.
El que da todo por nada.
El que sueña con que todos sueñan...
Y... no obstante, a pesar de todo...
Quiere seguir viviendo con la esperanza de un iluso.
A sentir con la intensidad del iluso.
A amar sin límites como un iluso.
A confiar como un niño...
Porque sólo el iluso sabe lo que es
el placer indescriptible de vivir los sueños.
El único capaz de transformar lo ilusorio en ilusión,
y llegar hasta el éxtasis al convertir la ilusión en realidad.
Por que sólo un iluso... puede querer no dejar de serlo.