La última debilidad de la violencia es que es una espiral descendente, que
engendra lo mismo que busca destruir. En lugar de debilitar el mal, lo
multiplica. Utilizando la violencia, podéis matar al mentiroso, pero no podréis
matar la mentira, ni restablecer la verdad. Utilizando la violencia, podréis
asesinar al rencoroso, pero no podréis matar el odio. De hecho, la violencia
hace simplemente crecer el odio. Y esto continúa. Devolver el odio por el odio
multiplica el odio, añadiendo una oscuridad todavía más profunda que una noche
sin estrellas. La oscuridad no puede esconder la oscuridad: solo la luz puede
hacer esto. El odio no puede esconder el odio: solo el amor puede hacer esto.
...
Los hombres, a lo
largo de la historia, han hablado de la guerra y de la paz. Pero ahora ya no
pueden quedarse solo en el hablar. No es una elección entre la violencia y la
no violencia en este mundo; es una elección entre la no violencia y la no
existencia.
Martín Luther King
Hace tiempo que se pronunciaron estas palabras pero qué actuales parecen! Somos tan ignorantes que aunque nos pongan delante la solución caemos una y mil veces en lo mismo.
ResponderEliminarEs fácil caer en la violencia, por que vivimos en la cultura de la violencia, la competitividad, casi inculcado en el ADN, para triunfar hay que eliminar al contrario.
ResponderEliminarMirando la historia nos damos cuenta que la violencia nos mantiene en un bucle evolutivo, no nos sirve para mejorar. Luther King lo expresa muy bien, la violencia engendra violencia, solo el amor puede acabar con ella. Lo que ocurre es que nuestra capacidad de ser violentos se ha multiplicado, más armas, más destructivas, en cambio no hemos desarrollado en el mismo grado nuestra capacidad espiritual a nivel de planeta, lo que plantea la cuestión: ¿No violencia o no existencia?. Podemos elegir.
A veces... a veces cuesta no responder a la violencia con violencia. Forma parte de nuestra parte más ancestral, más primitiva, más animal. Pero si la chispa de la consciencia se enciende... se puede domar cualquier caballo salvaje, como a la violencia; coger sus riendas. Lo bueno es que cada vez va despertando más gente. Y lo ve. Creo. Ojalá crea bien.
ResponderEliminarSiempre pequeños saltamontes con algo por aprender, o reaprender.. ¡hasta el fin de los días!
Leve
ResponderEliminarComo dices tenemos esa parte animal, pero la práctica pone de manifiesto que no es el camino más inteligente. Supongo que debemos despertar a eso, a perdonar, y darnos cuenta que la violencia solo engendra violencia y que el amor es la única opción.