El
dedo no es la esencia, simplemente muestra la dirección hacia donde se
encuentra la esencia. Sin embargo, las palabras de los sabios a menudo son
interpretadas literalmente, sin reconocer que no se puede contener en palabras
lo que se desea transmitir. Lo peor es cuando el sabio comienza a creer que él
es la esencia y olvida que es solamente un dedo apuntando a la luna.
"Cuando el sabio apunta a la luna, el tonto mira el dedo" ("Le fabuleux destin d'Amélie Poulain") :-)
ResponderEliminarPara llegar a ser sabio antes hay que ser tonto.
ResponderEliminarA veces, nos fijamos demasiado en quien dice las cosas más que en lo que dice...