El iluso es culpable de esperar más de lo demás
de lo que al final le pueden dar.
Es iluso el que ama por nada.
El que confía por nada.
El que no entiende la mentira.
Es iluso el que se ilusiona por nada.
El que da todo por nada.
El que sueña con que todos sueñan...
Y... no obstante, a pesar de todo...
Quiere seguir viviendo con la esperanza de un iluso.
A sentir con la intensidad del iluso.
A amar sin límites como un iluso.
A confiar como un niño...
Porque sólo el iluso sabe lo que es
el placer indescriptible de vivir los sueños.
El único capaz de transformar lo ilusorio en ilusión,
y llegar hasta el éxtasis al convertir la ilusión en realidad.
Por que sólo un iluso... puede querer no dejar de serlo.
Me encanta la película de Amélie...pero tengo entendido que no habla de una ilusa, sinó de una personita dulce y encantadora que hace el bien a los demás con sus buenas vibraciones.
ResponderEliminarHola Elena
ResponderEliminarCuando escribí este texto no pensaba en Amelie, aunque ella me pareció que ilustraba el lado amable del término "iluso", el de soñadora que se deja seducir por las pequeñas cosas de la vida. En cambio el iluso sobre el que escribo yo también incluye algo más amplio, aquel que acaba creándose demasiadas esperanzas, que cree que todo el mundo actúa de buena fe. Y al final, es visto como un tonto o ingenuo...
El iluso, o el idialista, nunca será comprendido por la mayoría. Pero aun así... será. Y eso es lo que realmente le salva, más allá de que le consideren tonto, ingenuo...
ResponderEliminarCreo, que un iluso quiere que todos puedan apreciar los pequeños detalles de la vida...
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